viernes, 4 de febrero de 2011

Navarra. Rutas del Reyno. Ruta 1, 1ª parte

 

Ruta 1. Pamploma y su Cuenca


A continuación se enumeran los 24 siguientes lugares que son los más emblemáticos de Pamplona y de la Cuenca, ordenados por orden alfabético: Acueducto de Noáin, Archivo Real y General de Navarra, Ayuntamiento de Pamplona, Cámara de Comptos, Campus Universitario, Capilla de San Fermín, Catedral de Santa María, Iglesia de Gazólaz, Iglesia de San Nicolás, Iglesia de San Saturnino, Jardines de la Taconera, La Ciudadela, Monumento al Encierro, Murallas de Pamplona, Museo de Navarra, Museo Oteiza, Palacio Condestable, Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra Baluarte, Palacio de Navarra, Parque de la Media Luna, Parque Eólico de la Sierra del Perdón, Parque fluvial del Arga, Parque Yamaguchi, Planetario de Pamplona y Teatro Gayarre.
En esta primera parte se ofrece información e imágenes de los 8 primeros, desde el Acueducto de Noáin hasta la Iglesia de Gazólaz, ambos inclusive.


Localidad: Pamplona. Zona: La Cuenca de Pamplona. Nº de Habitantes: 195.769.
En la actualidad con casi 200.000 habitantes, es una ciudad acogedora, cómoda y moderna, rodeada de extensos parques, salpicada de rincones cargados de encanto y de historia, un aspecto cuidado y una amplia oferta cultural y gastronómica.
La capital de Navarra enclavada en el Camino de Santiago, ha recibido durante siglos a los peregrinos en el puente de la Magdalena, punto idóneo para iniciar un paseo que descubre la muralla de la ciudad. Tras atravesar el portal de Francia, se accede al centro histórico y a la catedral gótica de Santa María la Real, construida en los siglos XII y XV. Su fachada neoclásica da entrada al templo, en el que destaca su claustro gótico de estilo frances.
Un paseo por el casco antiguo de la ciudad permite contemplar otros edificios de interés como las iglesias-fortalezas de San Nicolás y San Saturnino; las antiguas murallas; el Museo de Navarra, el Palacio de los Reyes de Navarra, actual Archivo General de Navarra; la capilla de San Fermín, en la iglesia de San Lorenzo; el Museo Pablo Sarasate; el Ayuntamiento, con su fachada barroca; la Cámara de Comptos, único edificio gótico civil de la ciudad; o la Plaza del Castillo, centro neurálgico de la ciudad y plaza porticada donde el visitante puede reponer fuerzas en terrazas y locales como el genuino Café Iruña.
Hablar de Pamplona y su casco antiguo es hablar de los Sanfermines y del encierro de toros. Los Sanfermines, que se han convertido en sinónimo de fiesta gracias al escritor Ernest Hemingway, atraen cada año, entre el 6 y el 14 de julio, a miles de personas de todo el mundo.
Cualquier día del año es bueno para pasear por las calles donde mozos y astados miden sus fuerzas por las calles de Santo Domingo, la plaza Consistorial, Mercadesres y Estafeta hasta llegar a la plaza de toros.
El paso de la vieja Iruña a la Pamplona moderna se hace a través de la franja verde que forman los parques de la Media Luna, la Taconera y la Vuelta del Castillo, ésta última está unida a la antigua Ciudadela. En el solar de uno de sus antiguos baluartes se ha construido el moderno Palacio de Congresos y Auditorio Baluarte. En la parte moderna de la ciudad destaca el parque de Yamaguchi, donde se levanta el Planetario de la ciudad.
Los pueblos que rodean a la capital -lo que se conoce como Cuenca de Pamplona- también ofrecen atractivos al visitante. En Alzuza se encuentra la casa-museo del escultor Jorge Oteiza. Un moderno edificio diseñado por el arquitecto Sáenz de Oiza acoge el ingente trabajo del escultor y las dependencias donde vivió y trabajó durante muchos años de su vida.
En la Cuenca de Pamplona quedan muestras del románico como las iglesias de Gazólaz o Cizur Menor. En el valle de Ollo podrá disfrutar del Museo Etnográfico de Arteta.
Gastronomía
En Pamplona encuentra el visitante todos los productos típicos de la gastronomía Navarra, aunque merece una mención especial el cordero criado en la Cuenca de Pamplona y en Sanfermines, los platos cocinados con toro de lidia.
Otros productos típicos de la capital y su entorno son el chorizo, el relleno o morcilla blanca, los caramelos de café con leche, las tortas de txantxigorri y las coronillas.
No sed pierda los pinchos, vinos y licores en los establecimientos del casco antiguo. disfrute del tradicional “poteo”  durante el mediodía y las tarde pamplonesas.
Fiestas y Tradiciones
Hablar de Pamplona es hablar de Sanfermines, la fiesta más internacional de España. Los encierros y corridas de toros, las peñas, el chupinazo o cohete iniciador de las fiestas, la procesión en honor del santo, las dianas y la comparsa de gigantes (figuras de cartón piedra) convierten a la capital Navarra en una fiesta sin interrupción desde las 12 del mediodía del 6 de julio hasta las 12 de la noche del día 14.
Acueducto de Noain
Localidad: Noáin. Zona: La Cuenca de Pamplona
Los navarros de finales del s. XVIII no podían dar crédito al ver el agua circular por la parte superior de aquella largísimo sucesión de arcos, que milagrosamente traía agua potable a las fuente públicas que Luis Paret había diseñado para la ciudad de Pamplona. Como el mismísimo río Guadiana, el agua viajaba escondida desde el manantial de Subiza, al pié de la Sierra del Perdón, hasta llegar por el lado sur a la capital.
El proyecto para la construcción del Acueducto de Noáinse encarga el arquitecto real Ventura Rodríguez y en 1790 se inaugura esta infraestructura hidráulica, faraónica y espectacular para la época, que supuso la canalización del agua a lo largo de 16,5 kilómetros de recorrido.
Su parte más emblemática se sitúa sobre una depresión detrás de la localidad de Noáin; llegó a tener una longitud de 1.245 metros sobre 97 arcos de piedra y ladrillo, de los que hoy conserva 94, con columnas de hasta 18 metros de altura y un canal en su parte superior.
El arquitecto inglés Street, clásico tratadista del gótico español, llegó a decir que el Acueducto de Noáin “por su sencillez y la grandiosidad de su traza, es digno de figurar entre los más hermosos de Europa”.
El acueducto, que anuncia la cercanía de Pamplona a los viajeros que llegan desde el sur, fue levantado y construido entre los años 1783 y 1790, aunque dejó hace ya muchos años de prestar su servicio. En 1859, la construcción del ferrocarril Pamplona-Castejón hizo necesario sacrificar una de las pilastras, y actualmente lo atraviesa el tren que lleva a Madrid. Además, con la construcción de la Autopista de Navarra, en 1971, se eliminaron dos arcos completos del tramo final. Hoy se conserva en desigual estado, aunque ha sido sometido a más de una decena de reformas en las últimas décadas.
El proyecto de su construcción, que se encomendó inicialmente (1774) al ingeniero francés Francisco Genci, fue realizado finalmente por Ventura Rodríguez, el mismo arquitecto que se encargó de la actual fachada neoclásica de la Catedral de Pamplona. En agosto de 1782 entregó el estudio, la memoria y los doce planos de la obra, que contó con la dirección técnica de Francisco Alejo Aranguren y Santos Ángel de Ochandátegui y su importe total ascendió a 300.000 pesos.
El Acueducto de Noáin es más extenso que lo que se divisa desde la carretera; comienza en el manantial de Subiza y acaba en Pamplona, recorriendo otros parajes por tierras de Tajonar, Badostáin o Mendillorri. El tramo que comunica Noáin y Tajonar es subterráneo; atraviesa la sierra de Tajonar a lo largo de un kilómetro y está ventilado por ocho bocas, la más profunda de ellas de 68 metros de profundidad. Sale a la superficie en una hondonada que queda cerca del pueblo, en un tramo de 580 metros de longitud por 5 de altura, sostenido en su parte central por 12 arcos de piedra. Al llegar a la colina sobre la que está edificado Tajonar, el acueducto vuelve a sumergirse bajo tierra durante 300 metros para reaparecer en la muga con Zolina. Allí exhibe su última parte elevada durante escasos metros, para meterse de nuevo en tierra y reaparecer en Badostain, ya junto a Pamplona.
Archivo Real y General de Navarra
Localidad: PAMPLONA (31001). Dirección: Calle Dos de Mayo, s/n. Zona: La Cuenca de Pamplona
Enlaces de interés: www.cfnavarra.es/publicaciones/  www.arc.iue.it/  www.mcu.es/ Siglo de construcción: XII. Horario de visita: Invierno 2011: de martes a viernes, de 11:00 a 14:00 y de 18:00 a 20:00. Fines de semana y festivos, solo por las mañanas. Precio visita: gratis. Teléfonos: 848424609 – 609922691. Fax: 848424611   Email: cidoatee@cfnavarra.es
Ocupando lo que antaño fuera el Palacio de los Reyes de Navarra, el Archivo Real y General de Navarra, en el mismo corazón de las murallas, es uno de los edificios históricos más antiguos y emblemáticos de Navarra.
Este antiguo palacio, rescatado para su cometido actual tras varias décadas de abandono y cuyos orígenes se remontan al siglo XII, sirvió de residencia en época medieval a los obispos de Pamplona y a los monarcas de este viejo Reino.
Hacia 1530, pasó a ser habitado por los virreyes y desde 1841 por los capitanes generales. Posteriormente alojó en sus dependencias el Gobierno Militar. El proyecto de rehabilitación es obra del arquitecto navarro Rafael Moneo y fue inaugurado como depósito documental en 2003 por los Reyes de España.
El Archivo Real y General de Navarra se sitúa en el casco histórico de Pamplona, a escasos metros del Museo de Navarra, frente a la pintoresca basílica de San Fermín de Aldapa (siglo XVII) y en pleno corazón de las murallas.
Su historia se remonta al siglo XII, cuando el rey Sancho VI el Sabio ordenó su construcción. Protagoniza sucesivos litigios por su propiedad entre el obispado y la corona, cambiando de mano con frecuencia. Primero fue residencia de reyes, a partir de 1539 de virreyes y después de 1841, aloja a capitanes, generales y gobernadores militares, de ahí sus diversas denominaciones: Palacio de los Reyes, del Virrey o de Capitanía.
El prestigioso arquitecto Rafael Moneo fue el responsable de su restauración y rehabilitación como nueva sede del Archivo General de Navarra y en el año 2003 fue inaugurado por los Reyes de España.
El Archivo Real ofrece una imagen singular en la que se integra la vieja fachada del Palacio con elementos de nueva construcción. De su pasado histórico conserva intacta la sala gótica abovedada, dedicada a exposiciones de los documentos más relevantes del Archivo, y el patio interior porticado, ahora acristalado y con un bello parterre ajardinado en el centro.
El edificio, de tres plantas, se encuentra adosado a una torre de once pisos -la mayoría bajo tierra-, destinada a depósito de documentos y equipada con los más avanzados sistemas para la clasificación, consulta, conservación y custodia del patrimonio documental de Navarra. Muestra un amplio hueco central, por el que se accede a los distintos pisos, con un bello lucernario que lo corona y que permite una óptima recepción de luz natural a cualquier hora del día.
En la planta baja de lo que fue el Palacio Real se ubica el salón  de actos y una sala de lectura y estudio con 18 plazas; la primera planta está ocupada por la biblioteca y los despachos técnicos; y en la segunda, además de la parte alta de la biblioteca, se encuentran los talleres de restauración, fotografía y microfilmación.
Los denominados documentos del Reino, a los que posteriormente se fueron añadiendo los fondos de otras instituciones, constituyen el núcleo del Archivo Real y General de Navarra; en el se conserva toda la documentación procedente de las antiguas Cortes de Navarra y su Diputación, desde finales del siglo XV hasta 1836.
Las secciones institucionales del Archivo son: Sección del Reino, Comptos, Tribunales Reales, Virreinato, Clero, Beneficencia, Gobierno Civil, Audiencia Territorial, Protocolos, Contaduría de Hipotecas, Delegación de Hacienda, Archivos Municipales, Archivos Particulares, códices y cartularios, cartografías, iconografía, fototeca y fondo bibliográfico. Para la consulta de fondos documentales es necesaria la tarjeta de investigador, expedida gratuitamente por el propio Archivo.
Ayuntamiento de Pamplona
Localidad: PAMPLONA (31001). Dirección: Plaza Consistorial. Zona: La Cuenca de Pamplona. Web: www.pamplona.net  Estilo: Barroco. Siglo de construcción: XV. Horario de visita: De lunes a viernes, de 8:30 a 14:30. Precio de visita: Entrada gratuita. Teléfonos: 10 – 948420100. Fax: 948420120. Email: sugerencias@ayto-pamplona.es
Cada 6 de julio a las 12 del mediodía, millones de personas de todo el mundo tienen sus ojos puestos en la fachada del Ayuntamiento de Pamplona. Los  medios de comunicación recogen el espectacular y multitudinario momento en que el "chupinazo", un cohete lanzado desde este edificio, anuncia el comienzo de las fiestas "famosas sin igual" de San Fermín.
La  Casa  Consistorial  ocupa  el  corazón  del  Casco  Antiguo  de  la ciudad. Su emplazamiento no es casual. El rey Carlos III el Noble promulgaba en 1423 el Privilegio de la Unión y ordenaba el levantamiento de este edificio en la confluencia de los tres burgos existentes hasta entonces: Navarrería, San Saturnino y San Nicolás, poniendo así fin a siglos de rencillas y enfrentamientos entre los vecinos de estas demarcaciones.
El edificio en su conjunto ha sido objeto de algunas remodelaciones, la última a mediados del siglo XVIII, que no han afectado a su bellísima y colorista fachada, en la que se combinan los estilos barroco y neoclásico.
El edificio consistorial se levantó en lo que era un foso, tierra de nadie y de todos, confluencia hasta entonces de los tres sistemas defensivos de la ciudad. Se derribó en dos ocasiones, la última en 1951, pero su emblemática fachada, ideada por el clérigo José Zay y Lorda, que se orienta a la Plaza Consistorial, lugar que forma parte del recorrido del encierro, permaneció intacta.
La parte alta, de estilo purista, consiste en un frontón presidido por una figuración de la Fama con clarín, pregonera de fastos y glorias y rodeada por las armas heráldicas de Pamplona y Navarra. En su centro, el popular reloj del siglo XIII, en el que se detienen todas las miradas en los minutos previos al lanzamiento del “chupinazo”, cohete anunciador de las fiestas de San Fermín. En los extremos, destacan dos grandes representaciones de Hércules, todo ello obra de Juan Lorenzo Catalán.
La fachada del edificio, de tres pisos, se distribuye por pares de columnas de estilos dórico, jónico y corintio, que dividen las balconadas, adornadas en sus barandillas con leones dorados, símbolo municipal de la ciudad. Ya en la parte baja, de estilo barroco tardío, la entrada está jalonada por dos estatuas de piedra, La Prudencia y La Justicia, muy populares en la ciudad, realizadas en 1754 por José Jiménez. Atravesada la entrada, en el zaguán destaca un escudo de madera policromada con las armas heráldicas de los Borbones (1735). Sobre el dintel de la puerta interior se puede leer: “Patet ómnibus jauna, cor valde magis” (“La puerta está abierta para todos, pero sobre todo el corazón”).
Del interior del edificio destaca sin duda su parte noble, en el primer piso, donde se  encuentra el Salón de Recepciones, el despacho de alcaldía y el Salón de Plenos. El Salón de Recepciones es la sala más suntuosa. Allí se puede ver retratos de Isabel II, Pablo Sarasate, Julián Gayarre, un lienzo de San Fermín y ya en la capilla anexa, reliquias de San Fermín y San Saturnino y una cruz de plata considerada como la mejor obra de orfebrería pamplonesa del siglo XVI.
En el Salón de Plenos, donde se celebran sesiones cada quince días, merece especial mención una vidriera que conmemora el Privilegio de la Unión. El despacho de Alcaldía guarda las siete llaves del antiguo recinto amurallado, una bandera oficial bordada y las tres mazas de plata de la ciudad, que salen en los cortejos procesionales.
La Casa Consistorial y su entorno, punto neurálgico del Casco Antiguo de la ciudad es, por todo lo expuesto y otras razones que descubrirá el visitante, lugar para conocer sin prisas. Desde la Casa Consistorial, la fotografía de recuerdo es una práctica habitual a cualquier hora del día. Las visitas son guiadas y en grupo y se pueden realizar previa cita.
Visita guiada: La solicitud para visitas guiadas ha de realizarse en el servicio de Protocolo del Ayuntamiento de Pamplona. Preguntar por Javier Marquínez.
Cámara de Comptos
Localidad: Pamplona (31001). Dirección: Calle Florencio Ansoleaga, 10. Zona: La Cuenca de Pamplona. Web: www.cfnavarra.es/camara.comptos Enlaces de interés www.pamplona.net Estilo: Gótico. Siglo de construcción: XIII. Horario de visita: de lunes a viernes, de 8:00 a 15:00. Sábados, domingos y festivos: Cerrado. Precio visita: Gratis Teléfono: 848421400  Fax: 848421433    
La Cámara de Comptos, del siglo XIII, es el único edificio gótico civil que ha sobrevivido hasta hoy en la ciudad. Declarado Monumento Nacional en 1868, es una de las visitas obligadas durante su estancia en Pamplona.
Situado en la calle Ansoleaga, dentro del Casco Antiguo, fue un palacio antes de convertirse en lo que sigue siendo hoy: la sede de la Cámara de Comptos, es decir, el Tribunal de Cuentas del Reino de Navarra entre 1524 y 1836, instituido por Carlos III en 1365 para reforzar el control de las finanzas reales.
Del exterior del edificio destaca el arco apuntado de la entrada principal, las reducidas ventanas también apuntadas y el escudo con las armas reales de España. Un pequeño pasadizo cubierto con una bóveda de cañón apuntado da paso a un gracioso y tranquilo jardín con un antiquísimo pozo en el centro.
Si desea disfrutar de una visita guiada, que tiene lugar la mañana de los días laborables, podrá conocer las monedas de los distintos reinados de Navarra, así como documentos de consultas  financieras firmadas por los reyes.
La visita a este edificio medieval permite acercarse al único vestigio de la arquitectura civil medieval en Pamplona, junto con lo que fuera el Palacio de los Virreyes o Capitanía, hoy sede del Archivo General de Navarra.
La Cámara de Comptos está situada en el corazón del núcleo histórico de la ciudad, casi en una de las esquinas de la plaza de San Francisco, en la denominada calle Ansoleaga, cerca de la iglesia de San Cernin o San Saturnino. Antes que sede de la Cámara de Comptos, fue palacio de Don Pedro de Berrio, señor de Otazu.
A pesar de las intervenciones sufridas, mantiene patente su carácter señorial, cargado de fuerza y sobriedad, en su fábrica de piedra, el arco apuntado de acceso, las pequeñas ventanas partidas con mainel o el aspecto de torre de su perfil.
Sobre la puerta tiene un cuerpo más elevado a modo de torre y el escudo con las armas reales de España, colocado en el siglo XIII. Avance y descubrirá un pequeño pasadizo cubierto con una bóveda de cañón apuntado que da paso a un pequeño patio en el que con suerte podrá escuchar el eco de las campanas de la torre de San Cernin.
La Cámara de Comptos es una institución que nació como tribunal especializado en cuestiones de hacienda. Recaudaba impuestos, controlaba el patrimonio real y acuñaba moneda. Y así fue entre 1524 y 1836. Hacia 1840, el edificio pasó a ser sede de la Comisión de Monumentos de Navarra, que fue sustituida por la Institución Príncipe de Viana. En 1980, la Cámara de Comptos fue restablecida en Navarra como órgano autonómico de control de las cuentas públicas y volvió a su sede de la calle Ansoleaga a finales de los años noventa.
Visita guiada: Posibilidad de visita guiada concertándola con antelación en el teléfono 848421400.
Campus Universitario
Localidad: Pamplona. Zona: La Cuenca de Pamplona  
Pamplona es una ciudad universitaria. Cuenta con tres universidades y con dos campus, que aunque cercanos geográficamente, muestran estáticas claramente diferenciadas.
Situados ambos al sur de la ciudad y bañados por el río Sadar, la Universidad de Navarra, fundada en 1952, recoge un estilo solemne y clásico, que convive con nuevos edificios de aire más innovador. La Universidad Pública de Navarra, creada en 1987, es la hermana joven, más reducida en su espacio, pero diseñada en un claro estilo vanguardista que la hace testigo de las corrientes arquitectónicas de su tiempo.
El campus de la Universidad de Navarra, con más de 400.000 metros cuadrados y un diseño que recuerda a las universidades anglosajonas, constituye el gran pulmón verde de la periferia de la ciudad.
El campus de la Universidad Pública de Navarra, obra del insigne arquitecto navarro Francisco Javier Sáenz de Oiza, presenta un concepto de espacio docente rompedor, y ronda los 240.00 metros cuadrados.
Una de sus más curiosas particularidades reside en sus jardines, donde reúne más de cien especies arbóreas de los cinco continentes.
Universidad de Navarra
Galardonada en 1997 con la Medalla de Oro de Navarra, reúne cada curso académico, en sus cerca de 30 titulaciones ofertadas, a una media de 15.000 estudiantes, de los que el 65% provienen de fuera de Navarra.
Está situada al sur del dinámico barrio de Iturrama y su campus se dispone siguiendo el cauce del río Sadar. Por su extensión y variedad arbórea, es una de las zonas verdes más importantes de la ciudad, en la que cohabitan 37 especies de aves fijas y migratorias. Tiene más de 43.000 árboles y arbustos con especies como la secuoya, arce, serbal de los cazadores, tilos, chopos lombardos, árbol de Judea, abeto, thuya, cedro, sauces, hierba de la Pampa o gingko biloba.
El complejo cuenta con una treintena de edificios diseminados por el campus, entre los que destaca el Edificio Central por ser el más antiguo y emblemático; es sede del Rectorado, del Aula Magna y de los servicios generales. De línea clásica y sobria, destaca su patio interior acristalado y su planta noble, y en su sótano, el legado de uno de los fotógrafos españoles más importantes de la historia, el de José Ortiz Echagüe (1886-1990). Cada quince minutos, el reloj exterior reproduce la melodía del “Big Ben”.
Muy cerca de este edificio, se encuentra otro de los veteranos: la Biblioteca de Humanidades, que con sus más de 700.000 volúmenes, constituye una de las colecciones universitarias más importantes de España.
El campus combina edificios clásicos con otros más innovadores, como es el caso del Edificio de Ciencias Sociales o el del CIMA (Centro de Investigación Médica Aplicada), de más reciente construcción, considerado uno de los centros punteros de Europa en la investigación de enfermedades de difícil curación.
Universidad Pública de Navarra
Los edificios de la Universidad Pública de Navarra cuentan con una moderna distribución departamental al estilo sajón, en lugar de las tradicionales facultades. La estructura del campus imita hasta en sus dimensiones al popular y céntrico Paseo de Sarasate pamplonés: la Biblioteca, el edificio más importante y emblemático, hace las veces del Palacio de Navarra, y el Rectorado, en el extremo opuesto, las del antiguo Palacio de Justicia, hoy Parlamento de Navarra.
Jalona el recorrido los seis edificios departamentales, cada uno denominado con una especie arbórea, y los edificios de talleres y laboratorios. Completan la estructura básica del recinto, el Aulario y la sede de Administración y Gestión. Todos los edificios mantienen una estética innovadora y vanguardista, caracterizada por el uso de hormigón visto en sus estructuras y el diseño circular de sus grandes ventanales.
Este campus es además un verdadero museo de esculturas al aire libre. Recoge una veintena de obras de artistas navarros, entre las que destaca “Homenaje a Sáenz de Oiza”, obra de su amigo Jorge Oteiza.
Los jardines incluyen cien especies arbóreas de los cinco continentes. Saliendo del Aulario, en primer lugar América (secuoyas, acacias, magnolios...), después África (palmera, abeto de Libia, cedro del Atlas...) y los eucaliptos de Oceanía. Enfrente, árboles asiáticos (pagodas, avellano turco...) y europeos. También hay una representación de la flora de las distintas zonas climáticas navarras.
Capilla de San Fermín
Localidad: Pamplona (31001). Dirección: Calle Mayor, 74 (Iglesia de San Lorenzo). Zona La Cuenca de Pamplona. Estilo: Neoclásico. Siglos de construcción: XVII-XVIII. Horario de visita: Invierno 2011: de lunes a viernes, de 8:00 a 12:30 y de 18:30 a 20:00. Sábados, de 8:00 a 12:30 y de 17:30 a 20:00.    
Si las calles de Pamplona son el principal escenario de las universales fiestas de San Fermín, la Capilla del Santo, ubicada en el interior de la iglesia de San Lorenzo, constituye el punto de encuentro de los fieles en los actos religiosos en honor al patrón de la ciudad.
A ella acude la corporación municipal en traje de gala cada 6 de julio, horas después del chupinazo que da inicio a las fiestas. Con una misa se celebran las Vísperas del día grande, el 7 de julio, único día del año en que la reliquia del Santo, una talla de madera policromada y plata de fines del siglo XV, abandona su retiro para recorrer en procesión el casco antiguo de la ciudad ante la devota y emocionada mirada de miles de pamploneses y visitantes llegados de todo el mundo. La capilla vuelve a ser protagonista indiscutible en los actos religiosos de la Octava que despiden los ocho días de fiesta.
Es habitual que cualquier otro día del año, este lugar ubicado al final de la calle Mayor, cuente con la presencia de pamploneses y visitantes. Y también habitual que muchos novios de Pamplona quieran casarse ante su altar, lo que exige reservar fecha con años de antelación.
Es en esta iglesia de San Lorenzo, de discreto valor arquitectónico pero sí de fuerte arraigo sentimental, donde se celebran todos los actos religiosos oficiales de las fiestas de San Fermín.
Del templo medieval original, que formaba parte de lo que antaño fuera el sistema defensivo de Pamplona, apenas se conserva hoy una torre. Se da la curiosidad de que la iglesia de San Lorenzo, de advocación aragonesa, se levanto en el burgo franco de San Cernin por los pamploneses que allí habitaban, pues los propios francos, hombres libres venidos principalmente de Francia y dotados de grandes privilegios, no permitían que los lugareños compartieran sus espacios de reunión.
La iglesia actual se construyó en el siglo XVIII, fiel al racionalismo neoclásico  que reemplazara al ruinoso edificio del siglo XIV. Tiene planta de cruz griega inscrita en un cuadrado y está formada por una sola nave. Llama la atención el juego geométrico de sus cúpulas  y la linterna que corona la parte superior, realizada en ladrillo visto. Esmeradamente trabajado, este ladrillo aparece salpicado en zonas puntuales con cerámica de color que contiene el escudo de la ciudad y que contrastan con la piedra de la galería arqueada de la planta baja.
Lo más valioso de San Lorenzo es, sin lugar a dudas, La Capilla de San Fermín. La capilla, de aire neoclásico, se encuentra nada más entrar a la derecha, y sobre el altar, se yergue la venerada reliquia del Santo, una talla de medio cuerpo realizada en madera policromada y guarnecida en plata que data de fines del silo XV. Su semblante es oscuro, puede ser debido a que originariamente fuera negro o a que el humo de las velas lo haya oscurecido… De ahí que al Santo se le haya atribuido también el calificativo de “morenico”.
San Fermín fue el primer obispo de la ciudad y es actualmente patrón de Pamplona junto con San Saturnino. La leyenda cuenta que San Fermín, hijo del senador Firmus que gobernó Pamplona en el siglo III, se convirtió al cristianismo y fue ordenado sacerdote en Toulouse. Regresó a Pamplona como obispo y murió mártir en Francia el 25 de septiembre del año 303.
La imagen se colocó en este lugar el día 6 de julio de 1717, y desde entonces sólo el 7 de julio, festividad de San Fermín, abandona esta capilla para salir en procesión por unas calles abarrotadas de gente vestida escrupulosamente de blanco y rojo. El Santo es venerado a su paso con cantos, bailes, oraciones y el sentir emocionado de miles de pamploneses.
Catedral de Santa María
Localidad: Pamplona (31001). Dirección: Calle Dormitalería. Zona: La Cuenca de Pamplona. Enlaces de interés: www.iglesianavarra.org   Estilo: Gótico.   Siglo de construcción: XIV. Invierno 2011: de lunes a viernes, de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 10:00. Sábados, de10:00 a 14:30. Precio visita: 4,40 € Descuentos especiales para determinados colectivos y para grupos. Teléfono: 948212594. Email: museocatedraldepamplona@gmail.com   
Ubicada sobre el promontorio del Casco Antiguo de Pamplona, en idéntico lugar en que se asentó la Pompaelo romana, se encuentra la Catedral de Santa María, obra culminación del gótico de los siglos XIV y XV. Este emblemático monumento es el que más reliquias histórico-artísticas atesora de la ciudad. En ella se coronaron los reyes, se reunieron las Cortes y durante tres siglos tuvo su sede la Diputación del Reino.
La  sobriedad  de  su  fachada  neoclásica,  obra  de  Ventura Rodríguez, contrasta con la estética gótica del interior del templo, cuya nave central, de 28 metros de altura, alberga el bello sepulcro de Carlos III de Navarra y su esposa Leonor de Castilla. Pero la verdadera joya de esta Catedral es su claustro, considerado como uno de los más exquisitos del gótico universal, y de obligada visita para cualquier visitante.
Desde la fundación romana de Pamplona, el solar de la Catedral siempre ha sido elegido como sede  del principal templo cristiano de la ciudad. Allí fue precisamente donde Carlos III El Noble ordenó construir el actual recinto al más puro estilo gótico, inspirándose en otras fabulosas catedrales como la de Bayona, en Francia.  Su ubicación dentro de la ruta de los peregrinos hacia Santiago, hizo que el edificio presentara un ábside poligonal con deambulatorio, característico de las iglesias de peregrinación.
La catedral de Pamplona fue restaurada entre 1992 y 1994 en unas obras que rescataron parte de la rica policromía que en origen cubría muros, pilares y cubiertas, y que ocultaba un repinte de 1773 que imitaba el color de la piedra, y que acrecentaron la luminosidad del templo, con lámparas recubiertas en plata forjadas en talleres de Granada.
Las obras de restauración confirmaron la existencia de templos anteriores de los siglos VI y X, además de permitir la aparición debajo el ábside izquierdo del templo.
La fachada de la catedral, de factura neoclásica, es sin duda el elemento más polémico del conjunto; obra del arquitecto madrileño, el cabildo la mandó construir en 1783 para sustituir a la primitiva románica, muy deteriorada. Afortunadamente, hoy todavía podemos contemplar sus bellos capiteles
En el Museo de Navarra. Su cuerpo principal es fiel reflejo del templo griego, con frontis y columnas, a cuyos extremos se erigen dos altas torres, una de las cuales alberga la Campana María, que con sus 12 toneladas es la segunda más pesada de España. Cuenta la tradición que el límite del territorio que denominamos “Cuenca de Pamplona” está marcado por aquellos lugares hasta donde llega el tañido de esta campana.
Ya en el interior, la planta de cruz latina cuente con tres naves, capillas entre los contrafuertes y cabecera con capillas que forman la girola. El grandioso y austero templo está cubierto con bóvedas de crucería, ventanas de tracerías flamígeras y dos rosetones.
En la nave central sen encuentra el Mausoleo a los Reyes de Navarra Carlos III El Noble y Leonor de Trastámara, obra de soberbio valor artístico realizada en alabastro por Johan Lome de Tournai. El conjunto escultórico se completa con 28 figuras plorantes de nobles y alto clero que rodean a los reyes yacentes, sobre una cripta que guarda restos de monarcas y príncipes enterrados.
Preside el templo la talla de madera revestida en plata de Santa María la Real. Ante esta virgen románica del siglo XII, la más antigua de las imágenes marianas conservadas en Navarra, se coronaban, bautizaban y bendecían los reyes navarros.
El retablo de Caparroso (1507), el lienzo de Fray Luis Ricci (1632), ambos en la girola, o el Santo Cristo crucificado, obra maestra de Juan de Anchieta (sigloVI), que se encuentra nada más entrar a la izquierda, son las obras artísticas más sobresalientes del recinto religioso.
La Catedral es rica en ajuar y dependencias. De visita obligada es el claustro, uno de los mejores ejemplos del gótico universal; en esencia, una combinación magistral de curvas y rectas dominada por las grandes arcadas ojivales y tremoladas, rematadas por pináculos con maineles, decoraciones y tracerías de gran elegancia.
Al conjunto, que presenta cuatro corredores, se puede acceder a través de dos bellísimas puertas: la de la Preciosa, cuyo nombre deriva del salmo que los canónigos cantaban al pasar por ella para acceder al dormitorio: “Pretiosa in conspectu Domini, mors sanctorum eius”, y la de Nuestra Señora del Amparo, cuyo tímpano destaca por el dramatismo que reflejan sus personajes en la Dormición de la Virgen y en cuyo mainel central, observamos la imagen gótica de una sonriente virgen protegida bajo un decorativo dosel.
Durante el recorrido, merece la pena detenerse en el sepulcro de Leonel, hijo bastardo de Carlos II, y en la Capilla Barbacana, que guarda bajo bóveda estrellada el sepulcro del obispo Arnalt de Barbazán y que preside la Virgen del Consuelo, una excepcional imagen gótica realizada en piedra policromada.
Completan las dependencias catedralicias, la Biblioteca, con más de 14.000 volúmenes, la Sacristía rococó, y el Refectorio y la Cocina, con una gran chimenea de 27 metros de altura, en los que se ubica el Museo Diocesano. Este museo alberga una valiosa decoración de arte sacro, entre la que destaca una colección de tallas medievales de la virgen.
Una magnífica y equilibrada panorámica del conjunto catedralicio se contempla, sin lugar a dudas, desde el mirador del Parque de la Media Luna. Aproveche su visita para conocer las murallas y el centro histórico de Pamplona.
Iglesia de Gazólaz
Localidad: Gazólaz (31190). Dirección: Plaza de Santa María. Zona: La Cuenca de Pamplona. Estilo: Románico. Siglo de construcción: XIII. Horario de visita: la iglesia abre los domingos y festivos de 12:00 a 14:00 y previa cita para grupos. Precio visita: Entrada gratuita. Teléfonos: 948262272 - 650571847 
A sólo 6 kilómetros de Pamplona, el peregrino que enfila su etapa jacobea de camino a Puente la Reina, se topa con Gazólaz. Este pueblecito de poco más de 100 habitantes dispone de uno de los mejores ejemplos de iglesia porticada en Navarra, la románica de Nuestra Señora de la Purificación.
Levantada en la primera mitad del siglo XIII, destaca sobre el conjunto su bello atrio lateral en cuya arquería los capiteles aparecen profusamente decorados. Abstráigase contemplando su rica ornamentación, trate de reconocer las escenas de la Pasión e intente imaginar lo que hace ocho siglos nos quiso transmitir el maestro cantero encargado de tal misión.
La iglesia de Nuestra Señora de la Purificación de Gazólaz, pequeña localidad de la Cuenca de Pamplona atravesada por el Camino de Santiago, nos llama la atención por su interesante atrio porticado de estilo románico tardío, cuyo elemento gotizante se evidencia en la bóveda de crucería que muestra la cubierta.
El pórtico tiene dos entradas: una de medio punto simple orientada al sur, que se sitúa frente a la puerta de acceso a la iglesia, y otra de arco de medio punto que descansa sobre columnas dobles con capiteles, que es la que mira al este.
En el lateral de la entrada sur del pórtico, encontraremos capiteles con cabezas humanas entre bolas y cabezas de animales de cuyas bocas salen argollas trianguladas.
En el costado de uno de los contrafuertes se identifica a un ángel seguido de tres figuras humanas y de un gran toro alado en el frente. En el capitel central de uno de los arcos reconocerá la entrada de Cristo en Jerusalén: aparece una figura montada en un burro flanqueada por dos ángeles y acompañada por los doce apóstoles, y varias cabezas que asoman por encima de una torre.
Sobre una doble columna pareada  descubrirá un extenso capitel en el que se reproducen dos grifos  en el frente y un centauro y San Miguel alanceando el dragón en los lados más cortos. También reconocerá las toscas aves que aparecen picoteándose las patas -motivo difundido desde su aparición en la catedral románica de Pamplona-, tallos entrelazados y palmetas.
La entrada este, situada junto al ábside de la cabecera,  ornamenta sus capiteles con diferentes motivos: pájaros picándose las patas, un centauro y escenas relativas a la Pasión como el Beso de Judas, la Oración en el Huerto, Pedro cortando la oreja a Malco y la Crucifixión.
Protege el pórtico un pequeño alero sostenido por canes en ocasiones labrados con motivos tales como contorsionistas, figuras humanas, cabezas de animal, bolas o el típico ajedrezado jacobeo.
La puerta de acceso al iglesia es abocinada de medio punto con tres arquivoltas sobre columnas con capiteles con cimacios, donde toda la decoración se basa en vegetales y entrelazos. El tímpano sobre ménsulas, que representan los tradicionales temas de un león y un toro devorando a un hombre, tiene un hermoso Crismón Trinitario.
El interior del templo es de nave única en tres tramos, con bóveda de cañón apuntado sobre fajones que descansan sobre ménsulas, salvo el correspondiente al arco de triunfo que apoya en pilastras. El ábside es semicircular con bóveda de horno. El coro y la sacristía se añadieron en el siglo XVI por el cantero Miguel de Azcárate. El interesante retablo romanista, fechado en el año 1648, es obra del escultor pamplonés Martín de Echeverría.
Enfrente de la iglesia se encuentra una cruz de término, bastante deteriorada, sobre un pedestal de cantería. En Gazólaz hay además algunas casas palacianas interesantes, como la contigua a la casa consistorial, con puerta dovelada de medio punto y galería de arcos en el último piso.

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